
Juvenil, comuniones...

Newborn, bebé.

Familiar.

¡En acción!

Vehículos.

Parejas...

¡Peluditos!
Y aunque "Soy Miranda"...
En realidad no suelo estar sola. Me acompaña Alberto, mi pareja, y juntos formamos un pequeño equipo que hace que todo esto tenga más sentido. Él está en casi todas las sesiones, ayudando, apoyando y viendo lo que yo no veo.
Cada sesión es distinta porque cada persona lo es. No trabajo con poses rígidas ni guiones predefinidos. Prefiero dejar que las cosas pasen, observar, conectar, y desde ahí crear algo real.
Fotografío todo lo que emociona: una mirada entre dos, una comunión, un bebé recién llegado, una familia, incluso un coche que tiene historia. Lo importante es que haya verdad.
Aquí no hay prisas, ni perfección forzada. Solo luz, emoción y recuerdos que queden.